martes, 25 de noviembre de 2014



Durante tres días Medellín fue el escenario de acrobacias, piruetas y coreografías

Con un potente sonido de fondo, y al ritmo de líricas en inglés, 7.546 deportistas demostraron su talento en el Campeonato Nacional de Porrismo Medellín 2014. El encuentro deportivo se desarrolló en el Coliseo Iván de Bedout de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot entre el 11 y 13 de octubre.

El apoyo en la tribuna por parte de los asistentes fue notorio. Al ritmo de tambores, vuvuzelas, pitos, aplausos se vivió cada presentación. Banderas de diferentes lugares del país se ondearon de un lado a otro. El papel multicolor picado también estuvo presente dándole un toque carnavalesco al evento.

Los participantes con su indumentaria llamativa capturaron la atención del público. En el pecho y en la espalda portaban más que el nombre o el logo de su equipo, allí, llevaban con orgullo las letras de su lugar de origen. Y es que fue un encuentro que reunió personas de diferentes lugares del país. En total participaron porristas de 35 ciudades, entre ellas Villavicencio, Cúcuta, Manizales y  Bogotá.

Medellín, también tuvo sus representantes. Porristas de diferentes colegios de la ciudad demostraron su talento. El equipo Hunters de la Institución Educativa Kennedy fue uno de ellos. Sus participantes vestidos de blanco y azul hicieron su mayor esfuerzo, realizaron cuidadosas piruetas y movimientos. La seguridad fue una de sus aliadas y se vio reflejado en los resultados.

“No hay palabras para describir lo que se siente estar ahí parada”, expresó Daniela Argáez, una de las integrantes del equipo. Y es que participar por primera vez en un evento de talla nacional y salir victoriosa es una verdadera alegría para ella, pues su equipo se llevó el primer puesto en la categoría nivel dos y nivel tres. Sus primeras preseas doradas decorarán su cuarto y le recordarán que con esfuerzo, pasión y disciplina es posible alcanzar los sueños.

“Entrenamos lunes, miércoles y viernes en el colegio”, señaló Argáez. Los encargados de dirigir esta labor son Andrés Felipe Arango y Dany Correa dos jóvenes entrenadores que gracias a sus conocimientos y entrega disfrutan el sabor de la victoria y permiten que el amor por este deporte siga creciendo.

La victoria es una gran recompensa al esfuerzo y al sacrificio que implica la práctica de un deporte. Los trofeos, las medallas y los dos millones de pesos que en total recibieron, son un aliciente más para seguir cosechando triunfos en una carrera prometedora, pues el año anterior este equipo también escribió sus propias páginas en dicho campeonato. Un primer lugar y un tercer puesto dejan entrever el nivel del equipo Antioqueño.

En diciembre estarán representándonos en un torneo en Cali. La preparación no cesa, esperan con ansias participar en más eventos y volver a escribir las líneas de la victoria en el Campeonato Nacional de Porrismo en el 2015. Los títulos obtenidos reafirman el potencial que poseen. “Me dio mucha alegría estar ahí, porque uno se siente muy competitivo”, manifestó Lorena Montoya, integrante del equipo.

Pero no sólo la felicidad rondó entre los integrantes de Los Hunters. También estuvo visible en Ana Osorio, madre de familia. “Siento una alegría muy grande al ver que a mi hija le gusta el porrismo, si le gusta, para adelante”, manifestó  Osorio.
Antes de enfrentar al público y a los jueces, los integrantes del equipo se animan mutuamente. Sus dos entrenadores, emiten las últimas indicaciones en donde de por medio está la palabra concentración, indispensable a la hora de ejecutar cada movimiento. Finalmente oran y salen a demostrar sus mejores piruetas.  


Es indispensable que los deportistas cuenten con el apoyo de sus seres queridos, pues estos se convierten en una especie de motor que los impulsa a seguir adelante ante la presencia de victorias y derrotas. Al finalizar las presentaciones muchos deportistas tuvieron la fortuna de ser recibidos con calurosos abrazos. Otros simplemente se conformaron con un apoyo desde la distancia.
Viajar de una ciudad a otra, implica gastos y sacrificios, pero en el fondo genera grandes satisfacciones. Muchos deportistas tuvieron la oportunidad de conocer Medellín y llevarse consigo grandes aprendizajes culturales. Competir en un escenario ajeno y sentir el respaldo de tantas personas es gratificante para ellos.

El equipo de la Institución Educativa Kennedy no fue el único que causó sensación durante el campeonato. También lo hicieron los cinco grupos de personas en situación de discapacidad que por tercera vez consecutiva participaron del evento. 80 porristas que a pesar de tener discapacidad física y cognitiva lograron coordinar sus movimientos y batir sus pompones con entusiasmo.

Desde las tribunas los asistentes enaltecidos recompensaron el esfuerzo de cada uno de estos deportistas con sonrisas y aplausos. El porrismo les ha permitido desarrollar sus capacidades y mejorar sus condiciones de motricidad y flexibilidad. Han aprendido a creer más en ellos y han logrado un mejor lugar dentro de la sociedad que tantas veces los excluye.
El progreso y los avances que trae consigo la práctica del porrismo se ha evidenciado no sólo en sus actuaciones deportivas, sino también en sus vidas cotidianas. Y es que muchos de ellos han sido discriminados por algunas personas a las que les cuesta entender que la diversidad enriquece y que cada ser humano es sumamente importante a pesar de su condición física o cognitiva.  

Gracias a la práctica de este deporte se sienten más incluidos, y por momentos apartan las miradas intimidantes de muchas personas incrédulas, que se detienen a observarlos con asombro, por su aspecto o condición. Cuando están en el escenario se entregan con el alma. Con sus miradas inquietas y sus tímidas sonrisas intentan demostrar que ellos también pueden.

En cada asistente dejaron grandes enseñanzas, que permitieron evidenciar que los limitantes muchas veces son imaginarios e impuestos. “Me encanta que puedan participar. Son muy lindos, lo hacen muy bien”, expresó Jorge Restrepo, uno de los espectadores.  
Cada figura realizada por estos deportistas estuvo acompañada de aplausos constantes que se convirtieron en un gran elemento que los motivó a desarrollar cada movimiento de la mejor forma posible. El asombro fue notorio entre el público, los aplausos se quedaron cortos para engrandecer la labor de cada uno de ellos. Detrás de estos participantes hay familias felices que con orgullo ven progresos en ellos, tanto físicos como mentales. 
Pero los entrenadores también cumplen con un gran papel. La paciencia es uno de los principales elementos a tener en cuenta. El aprendizaje es posible, sólo que es a otro ritmo. Es importante creer en cada uno de ellos. El apoyo es fundamental para que puedan sortear las dificultades existentes a la hora de desarrollar cualquier actividad.

“Estuvo chévere, muy bonito todo. Muy buena la organización, muy exigentes”, señaló Ánderson Gutiérrez, integrante del equipo Bogotá Cheer Athletics. Él no sólo se llevó a sus 20 años una medalla de bronce para su ciudad natal sino también una gran experiencia para su vida.

Hace cerca de 30 años se empezó a practicar el porrismo en nuestro país. Sin embargo, esta disciplina sólo lleva un año como deporte, pues siempre fue catalogada una afición. A pesar de que en la ciudad no hay escenarios propios para su práctica, es normal encontrarse a los amantes de esta disciplina en la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, realizando piruetas y figuras al aire libre.

Cada vez crece el número de personas que practica el porrismo. No sólo los niños y los jóvenes se atreven a realizar coreografías y cuidadosos movimientos. Los adultos y las personas de la tercera edad también tienen su lugar dentro de este deporte, que cada vez gana más adeptos.

Los que practican el porrismo coinciden en que este deporte es un estilo de vida, que les permite lograr habilidades y destrezas al ritmo de canciones. Los entrenamientos son realizados con pasión porque saben que con estos pueden ir forjando una carrera gloriosa. En cada presentación intentan mostrar pericias y finos movimientos.

El porrismo cada vez adquiere un mejor lugar dentro del campo deportivo, sin embargo aún es escaso el apoyo. Faltan escenarios, patrocinios y eventos que respalden la práctica de esta disciplina que se esparce paulatinamente por diferentes lugares del país.

Medellín sigue siendo reconocida en Colombia en esta disciplina deportiva. No sólo en cuanto a la organización y logística, sino también en materia competitiva, pues el nivel es muy alto. Pese a que este año participaron tres ciudades menos con respecto al 2013, el evento sigue cautivando a los amantes de este deporte.

martes, 7 de octubre de 2014



Entre la vida y la muerte


Era viernes 25 de julio de 2014. El reloj marcaba las 4:18 p.m. aproximadamente. Me encontraba con mi profesor de Composición Española y mis compañeros de curso en el Museo Cementerio San Pedro. Un lugar que me generó decenas de sensaciones enmarcadas por la nostalgia y los recuerdos.
Iniciando el recorrido decidí acercarme a algunas lápidas para intentar leer los mensajes que había plasmados en ellas, cuando de repente, ingresó un carro fúnebre y detrás de él, decenas de personas que querían darle el último adiós a su ser querido, que ahora partía a ese lugar misterioso que tiene boleto de ida pero no de regreso. Un lugar desconocido que espera por cada uno de nosotros, pero al que viajaremos por turnos. 

No pude contener el dolor, mis ojos se cubrieron de lágrimas que deseaban acariciar mis mejillas, pero que intenté contener. Sentí algo extraño en mi cuerpo, me transporté al pasado donde en varias ocasiones he tenido que despedirme de familiares y conocidos. Es duro, muy duro, asimilar que las personas que queremos parten para siempre y que pasarán a ser sólo recuerdos intangibles.
Mientras caminaba por el lugar con todo el grupo, escuché historias de personalidades, expresidentes, asesinos y demás. Observé ostentosos mausoleos que adquirieron familias adineradas. Así mismo, diversos monumentos llamativos elaborados en mármol y en bronce. Entre tanto, mi rostro no dibujó sonrisa alguna. Debo decir que estuve todo el tiempo muy conmovida, pues, el lugar me generaba mucho dolor y nostalgia.
De nuevo arribó un cortejo fúnebre. Una mujer yacía en un féretro, mientras sus familiares, amigos, y conocidos caminaban por el asfalto acongojados. En mí, surgieron varios interrogantes: ¿cuántos años tendría?, ¿qué desencadenaría su muerte? en fin, preguntas que formulé en mi mente y que quedaron sin respuesta. 
El lugar está dividido por galerías, una de ellas lleva por nombre San Miguel, por cierto, una de las más decoradas. Y es que el Museo Cementerio San Pedro es visitado por muchas personas que desean conocer un poco las historias que emergen al interior de éste. Pero también es frecuentado por esos seres humanos que desean tener unos minutos de regocijo y oración frente a la tumba de ese ser querido, que aún recuerdan con tanto cariño. 

Es un escenario de contrastes, algunas lápidas son visitadas con frecuencia. Se ven flores frescas, otras marchitas. Coloridas decoraciones con cartas hechas a mano y cintas con mensajes en su interior. Pero la otra cara, refleja el abandono. Tumbas que parecen haber sido visitadas por última vez hace algunos años.
En los epitafios es común encontrarse con palabras como: corazón, gracias, amor. En ellos, los grafemas se unen para describir a ese ser humano que se fue. Cada línea está cargada de afecto.
Qué bueno sería que en vida dijéramos todo eso que albergamos en nuestro interior. Sería grandioso que en vida dijéramos: te quiero, te extraño, te agradezco y no en un pedazo de mármol o cemento, ante el silenciamiento profundo de los sentidos de esa persona que jamás regresará.
Entre palmeras, cipreses y pinos. Entre flores naturales y artificiales. En medio de retratos, escudos, e imágenes religiosas reposan, la muerte, el dolor, el recuerdo y hasta el olvido.

domingo, 5 de octubre de 2014


Más allá de...

Dicen que el mundo se lee a través de los sentidos. La vista, el gusto, el tacto, la audición, el olfato nos permiten explorar todo cuanto a nuestro alrededor tenemos, incluso uno de ellos lo desarrollamos antes de nacer, sí, estando en el vientre de la madre ya somos testigos de muchas cosas externas, gracias a nuestros oídos que nos permiten percibir diversos sonidos. Y qué mejor prueba de ello, que la reacción de un feto ante estímulos como la música y las voces humanas. Paradójicamente pese a ser el primer sentido que desarrollamos es el último con el que contamos, pues, algunos expertos manifiestan que cuando una persona fenece, el último sentido que pierde es éste.

Muchas personas confunden los verbos oír y escuchar. Según la Real Academia Española (RAE) oír es “percibir con el oído los sonidos” y escuchar es “prestar atención a lo que se oye”. Escuchar implica una disposición mayor por parte del receptor. Podemos estar por ejemplo en un aula de clase, o en una conferencia oyendo lo que nos dicen, pero muy pocas veces estamos escuchando a esa persona que tenemos enfrente. Son muchos los factores que influyen, hay elementos distractores y también situaciones cotidianas en las que destinamos gran parte de nuestros pensamientos, así que, podemos estar de cuerpo presente en algún contexto oyendo decenas de fonemas, pero tener la mente en otros espacios e ignorar al final lo que nos han dicho.

Un ejemplo de la vida cotidiana es cuando nos ponemos unos auriculares y decimos que estamos escuchando música, pero no, la mayoría de las personas oímos música, más no la escuchamos, de ahí que en ocasiones ni sepamos lo que dicen las canciones.

Cuando era una infante en la escuela mis maestros me enseñaron que cuando una persona habla se le mira y se le escucha, ya entiendo porque la oración no decía se le oye. Todo tiene una razón de ser, no basta con oír hay que escuchar, y atentamente para no perdernos ningún detalle de lo que nos dicen, pues, en cualquier momento nos pueden preguntar algo al respecto y simplemente podemos ignorarlo por completo, sé que es difícil porque nuestras mentes son volátiles, pero al menos deberíamos de ser un poco más conscientes e intentar mejorar en ese aspecto.

Depende de cada uno de nosotros la conjugación de estos dos verbos. Ojalá enfaticemos un poco más en el escuchar que en el oír, pues todo el tiempo estamos oyendo, pero no todo el tiempo estamos escuchando.

sábado, 4 de octubre de 2014


Una pasión que intenta blindarse


En Medellín se llevó a cabo la octava versión de La Fiesta del Libro y La Cultura. Evento que contó con la participación de grandes invitados internacionales, entre ellos el escritor y periodista mexicano Alejandro Almazán, ganador del premio de periodismo Gabriel García Márquez en el año 2013. Compartió sus experiencias en el ámbito periodístico, durante un conversatorio realizado en el Parque Explora el 12 de septiembre del 2014.

El periodismo es su pasión, basta escucharlo hablar unos segundos para notar que es una profesión que le corre por las venas. En su rostro refleja el amor que siente por ella. A pesar de las dificultades, guerras, problemas sociales y riesgos que trae consigo muchas veces ejercerla, continúa firme en el camino con deseos de seguir plasmando las crueles realidades que se tejen en la sociedad carente de igualdades y dignas condiciones de vida. Esta sociedad amedrentada por unos cuantos que se toman el poder a la fuerza buscando con ello intimidar, coartar y silenciar miles de voces.

“Alto. Prensa, no disparen”, es una frase que se ha vuelto cada vez más común. Ha sido plasmada en carteles y pronunciada a viva voz por periodistas, fotógrafos y reporteros que intentan cumplir con su trabajo, muchas veces en medio de situaciones en donde está en vilo la vida. La vida ese regalo supremo que no se compara con nada, pero a la que en muchas ocasiones le han puesto precio. Deudas millonarias e incluso deudas irrisorias como mil pesos han cobrado más de una.

A pesar de los peligros que trae consigo ejercer el periodismo en algunos países, hay personas que se rehúsan a dejar a un lado esta profesión. Alejandro Almazán es uno de ellos, “me casé con el periodismo, hasta que la muerte nos separe”, expresó. Una frase bastante contundente que deja entrever el amor que siente por su profesión.

Varias veces se ha tenido que hacer pasar por maestro en sus procesos investigativos, como él mismo dice, “ya no conviene decir, soy reportero porque te señalan”. Esto puede frustrar significativamente el trabajo de reportería, y con ello, dejar a medias sus futuras producciones periodísticas. México es un país golpeado fuertemente por flagelos como la violencia y el narcotráfico. Allí, el periodismo se ejerce con mucho temor. “El miedo es el que te pone el protocolo. Todos los días estás con una adrenalina brutal”, indicó Almazán. Pero ahí no termina todo. El periodismo en ese país tiene cada vez menos adeptos.

“En México hay menos escuelas de comunicación porque nos matan”, manifestó Alejandro Almazán. Cada vez se reducen las instituciones que ofrecen dicha carrera. Las condiciones para ejercer no son las mejores. Las amenazas y asesinatos son armas de intimidación que han obligado a muchas personas a desistir de su sueño de ser periodistas. 

Ya casi nadie quiere hablar del tema, es un riesgo inminente. Ser periodista en México es complicado. Y bueno, ni hablar en Colombia, donde las intimidaciones, secuestros y asesinatos a estos profesionales hacen parte del diario vivir. Muchos ejercen con temor, otros deciden hacerse a un lado y buscar otros horizontes donde su vida no corra tanto riesgo.

En Antioquia la última voz silenciada fue la de Luis Carlos Cervantes, periodista del municipio de Tarazá asesinado el 12 de agosto del año en curso en dicho municipio.

Quién sabe cuántas voces más dejarán de emitir su eco. Es una incertidumbre constante en la que muchos se encuentran. Decir o no decir, publicar o no publicar. El miedo danza en medio del deseo y la pasión, Alejandro Almazán expresó que “para mí el periodismo es lo que me mueve”.

Sé que muchos de sus colegas piensan lo mismo. Por eso siguen firmes en su camino a pesar de las condiciones en la que se ejerce. A pesar de poner muchas veces la vida en riesgo. De por medio existe una pasión que está blindada, tal vez del miedo, pero no de la muerte.

miércoles, 17 de septiembre de 2014


Brillo en medio de la oscuridad
Dicen que detrás de cada vida humana hay un conjunto de historias, algunas son públicas, otras, simplemente sucumben en medio del silencio.

El 19 de octubre de 1988 nació Luis Ricardo Castrillón Piedrahita en  la Clínica León XIII ubicada al norte de la ciudad de Medellín. Para su madre, Luz Marina, fue algo imprevisto, pues su nacimiento se dio antes de tiempo. Esta situación trajo consigo una consecuencia irreparable para él, denominada retinopatía prematura [1] un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebé que nacen muy precoces, así que, sus ojos llevaron la peor parte, nunca percibiría sombras, formas, colores y siluetas, sólo un poco el brillo de la luz.
Ricardo es una persona alegre, perseverante y dedicada, pocas personas le dicen Luis. Vive en el barrio Buenos Aires y es hijo único.  Hace 17 años perdió a su padre por una enfermedad cardiaca. Luz Marina, su madre, siempre ha sido su apoyo “para mí es una persona normal, he tratado que lo sea, que se ponga metas y trabaje para conseguirlas”, dijo.

Siempre lucha por convertir sueños en realidades.
Ricardo desde los dos hasta los siete años de edad estudió en la Escuela de Ciegos y Sordos, actual Institución Educativa Francisco Luis Hernández. Allí, conoció el sistema de lectura y escritura para personas invidentes, denominado braille. También aprendió a  orientarse y a movilizarse con el bastón.
A través de los ojos de su madre, juntos fueron conociendo lugares y recociendo senderos por los que habitualmente transitaría solo Luis con su bastón, fue tanto el cariño que le cogió que hasta nombre le puso: “Ferrari”.
Luego, con la Ley general de Educación pasó a estudiar por inclusión en un colegio regular, Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Allí  cursó su primaria y secundaria. Obtuvo su título de bachiller en el año 2006, aún recuerda con un poco de nostalgia y alegría aquella hermosa época.
En el año 2007 se presentó a dos universidades de la ciudad, las carreras que eligió fueron periodismo y comunicación social como primera opción, y derecho como segunda alternativa. En una de las universidades no pasó y en la otra simplemente le manifestaron que por su condición física no podían aceptarlo en el primer pregrado elegido, porque es una carrera bastante audiovisual, sin embargo, fue aceptado en la segunda opción, así que, un poco resignado él decidió matricularse.



“Estudié un semestre y aunque las cosas se tornaron complejas a lo largo de éste, siempre tuve la fuerza y la resistencia necesaria para sortear todas las dificultades; los desagradables comentarios por parte de algunos de mis compañeros y profesores, quienes a decir verdad no entendieron que era una persona del común, y de una u otra forma me discriminaron”,  y con una sonrisa le completa su mamá “los ciegos somos nosotros que pasamos por encima de ellos y no los vemos”.

Para Ricardo su pasión es el periodismo y la comunicación social, a pesar de que le habían cerrado las puertas por su limitación visual, no dejaría de luchar por su sueño, ese que le dibuja una hermosa sonrisa en su rostro, que aunque es un tanto inexpresivo por la ausencia de su mirada, está lleno de luz y alegría por la esencia de su ser.

“Las cosas no fueron fáciles, tenía que emprender junto con mi madre una nueva búsqueda de universidad, así que miramos algunas opciones y finalmente tomamos la decisión, escogimos la Corporación Universitaria Minuto de Dios Seccional Bello, donde desde un comienzo me acogieron con amor a pesar de no tener material para trabajar conmigo, ellos me dieron el sí y me manifestaron que sería un reto para ambos”.



Capturando imágenes


Carlos Arboleda fue su profesor de televisión. “Yo sé que vos no podes trabajar la cámara, pero te la voy a enseñar a manejarla  y vas a pensar en imágenes, yo sé que te gusta la radio y los sonidos, pero acá vas a tener que pensar en imágenes, y va a ser un reto para vos y para mí también”.  
“Recuerdo también a  mi profesora de fotografía Lida, quien me plasmó los diferentes tipos de planos existentes en una plancha de caucho, fue así como pude distinguir un plano medio, un primerísimo primer plano, entre otros. Con la ayuda de mi profesora logré aprender a manejar una cámara análoga, conocí palabras como diafragma y obturador, y entendí que necesitaría tener a alguien que me ayudara a enfocar para finalmente capturar las imágenes.
Con la ayuda de su madre en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, logró fotografiar importantes objetos y momentos. Lida le pidió que expusiera su trabajo en una muestra artística en La Institución de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano CESDE.
“Esto me tomó por sorpresa, pues sabía de la existencia de mejores trabajos. No obstante, fue satisfactorio saber que mi experiencia de clase se daría a conocer ante decenas de personas”.
Su trabajo de grado fue una radionovela que realizó junto con una compañera de estudio.  El 4 de mayo del 2013 se convirtió en profesional, recibió con orgullo su título de comunicador social - periodista.



Ricardo logró que su radionovela saliera al aire en septiembre del mismo año a través de la emisora cultural de la Universidad Nacional 100.4 f.m y gracias a esto empezó a realizar unos microprogramas. Pero ahí no paró, realizó un diplomado en comunicación estratégica para ampliar un poco sus conocimientos en el campo organizacional. Ha estado vinculado de forma voluntaria como comunicador en una ONG llamada Fundación Grow, que brinda posibilidades de bienestar y desarrollo a comunidades de bajos recursos. Actualmente hace parte de un proyecto de radio web llamado La Zona Gris, donde se realizan diversos programas con contenidos de calidad.
“Macarena”
A su bastón “Ferrari” le llegaría compañía. A finales de 2011, Macarena, la perra guía entraría en escena. Ella sería una gran opción para mejorar su movilidad. Ricardo decidió postularse para adquirir uno en la Fundación  Vishnú del Cyprés, ubicada en el municipio de Chía - Cundinamarca, y salió favorecido. Macarena, una labradora de color negro que se convirtió en su amiga confidente.
Ricardo ha emprendido un nuevo reto. Busca emplearse en un medio de comunicación y aunque parece para muchos un imposible, para él  no está en su vocabulario desfallecer. Eso sí, a la entrega de hojas de vida lo acompaña Macarena y la voz de aliento seguirá siendo la de su madre.
¿Será qué Ricardo, y otros como él,  no consiguen trabajo por su situación de discapacidad? … porque título tiene, experiencia y talento también.