Brillo en medio de la oscuridad
Dicen que detrás de cada vida humana hay un conjunto de
historias, algunas son públicas, otras, simplemente sucumben en medio del
silencio.
El 19 de octubre de 1988 nació
Luis Ricardo Castrillón Piedrahita en la
Clínica León XIII ubicada al norte de la ciudad de Medellín. Para su madre, Luz
Marina, fue algo imprevisto, pues su nacimiento se dio antes de tiempo. Esta
situación trajo consigo una consecuencia irreparable para él, denominada
retinopatía prematura [1] un
desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebé
que nacen muy precoces, así que, sus ojos llevaron la peor parte, nunca
percibiría sombras, formas, colores y siluetas, sólo un poco el brillo de la
luz.
Ricardo es una persona alegre,
perseverante y dedicada, pocas personas le dicen Luis. Vive en el barrio Buenos
Aires y es hijo único. Hace 17 años
perdió a su padre por una enfermedad cardiaca. Luz Marina, su madre, siempre ha
sido su apoyo “para mí es una persona normal, he tratado que lo sea, que se
ponga metas y trabaje para conseguirlas”, dijo.
Siempre
lucha por convertir sueños en realidades.
Ricardo desde los dos hasta
los siete años de edad estudió en la Escuela de Ciegos y Sordos, actual
Institución Educativa Francisco Luis Hernández. Allí, conoció el sistema de
lectura y escritura para personas invidentes, denominado braille. También
aprendió a orientarse y a movilizarse
con el bastón.
A través de los ojos de su
madre, juntos fueron conociendo lugares y recociendo senderos por los que
habitualmente transitaría solo Luis con su bastón, fue tanto el cariño que le
cogió que hasta nombre le puso: “Ferrari”.
Luego, con la Ley general de
Educación pasó a estudiar por inclusión en un colegio regular, Nuestra Señora
del Sagrado Corazón. Allí cursó su
primaria y secundaria. Obtuvo su título de bachiller en el año 2006, aún
recuerda con un poco de nostalgia y alegría aquella hermosa época.
En el año 2007 se presentó a
dos universidades de la ciudad, las carreras que eligió fueron periodismo y
comunicación social como primera opción, y derecho como segunda alternativa. En
una de las universidades no pasó y en la otra simplemente le manifestaron que
por su condición física no podían aceptarlo en el primer pregrado elegido, porque
es una carrera bastante audiovisual, sin embargo, fue aceptado en la segunda
opción, así que, un poco resignado él decidió matricularse.
“Estudié un semestre y
aunque las cosas se tornaron complejas a lo largo de éste, siempre tuve la
fuerza y la resistencia necesaria para sortear todas las dificultades; los
desagradables comentarios por parte de algunos de mis compañeros y profesores,
quienes a decir verdad no entendieron que era una persona del común, y de una u
otra forma me discriminaron”, y con una
sonrisa le completa su mamá “los ciegos somos nosotros que pasamos por encima
de ellos y no los vemos”.
Para
Ricardo su pasión es el periodismo y la comunicación social, a pesar de que le
habían cerrado las puertas por su limitación visual, no dejaría de luchar por
su sueño, ese que le dibuja una hermosa sonrisa en su rostro, que aunque es un
tanto inexpresivo por la ausencia de su mirada, está lleno de luz y alegría por
la esencia de su ser.
“Las cosas no fueron fáciles,
tenía que emprender junto con mi madre una nueva búsqueda de universidad, así
que miramos algunas opciones y finalmente tomamos la decisión, escogimos la Corporación
Universitaria Minuto de Dios Seccional Bello, donde desde un comienzo me
acogieron con amor a pesar de no tener material para trabajar conmigo, ellos me
dieron el sí y me manifestaron que sería un reto para ambos”.
Capturando
imágenes
Carlos Arboleda fue su
profesor de televisión. “Yo sé que vos no podes trabajar la cámara, pero te la voy
a enseñar a manejarla y vas a pensar en
imágenes, yo sé que te gusta la radio y los sonidos, pero acá vas a tener que
pensar en imágenes, y va a ser un reto para vos y para mí también”.
“Recuerdo también a mi profesora de fotografía Lida, quien me
plasmó los diferentes tipos de planos existentes en una plancha de caucho, fue
así como pude distinguir un plano medio, un primerísimo primer plano, entre
otros. Con la ayuda de mi profesora logré aprender a manejar una cámara
análoga, conocí palabras como diafragma y obturador, y entendí que necesitaría
tener a alguien que me ayudara a enfocar para finalmente capturar las imágenes.
Con la ayuda de su madre en
el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, logró fotografiar importantes objetos
y momentos. Lida le pidió que expusiera su trabajo en una muestra artística en La
Institución de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano CESDE.
“Esto me tomó por sorpresa,
pues sabía de la existencia de mejores trabajos. No obstante, fue satisfactorio
saber que mi experiencia de clase se daría a conocer ante decenas de personas”.
Su trabajo de grado fue una
radionovela que realizó junto con una compañera de estudio. El 4 de mayo del 2013 se convirtió en
profesional, recibió con orgullo su título de comunicador social - periodista.
Ricardo logró que su radionovela saliera al aire en septiembre del mismo año a través de la emisora cultural de la Universidad Nacional 100.4 f.m y gracias a esto empezó a realizar unos microprogramas. Pero ahí no paró, realizó un diplomado en comunicación estratégica para ampliar un poco sus conocimientos en el campo organizacional. Ha estado vinculado de forma voluntaria como comunicador en una ONG llamada Fundación Grow, que brinda posibilidades de bienestar y desarrollo a comunidades de bajos recursos. Actualmente hace parte de un proyecto de radio web llamado La Zona Gris, donde se realizan diversos programas con contenidos de calidad.
“Macarena”
A su bastón “Ferrari” le
llegaría compañía. A finales de 2011, Macarena, la perra guía entraría en
escena. Ella sería una gran opción para mejorar su movilidad. Ricardo decidió postularse
para adquirir uno en la Fundación Vishnú
del Cyprés, ubicada en el municipio de Chía - Cundinamarca, y salió favorecido.
Macarena, una labradora de color negro que se convirtió en su amiga confidente.
Ricardo ha emprendido un
nuevo reto. Busca emplearse en un medio de comunicación y aunque parece para
muchos un imposible, para él no está en
su vocabulario desfallecer. Eso sí, a la entrega de hojas de vida lo acompaña
Macarena y la voz de aliento seguirá siendo la de su madre.
¿Será qué Ricardo, y otros
como él, no consiguen trabajo por su situación
de discapacidad? … porque título tiene, experiencia y talento también.
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