miércoles, 17 de septiembre de 2014


Brillo en medio de la oscuridad
Dicen que detrás de cada vida humana hay un conjunto de historias, algunas son públicas, otras, simplemente sucumben en medio del silencio.

El 19 de octubre de 1988 nació Luis Ricardo Castrillón Piedrahita en  la Clínica León XIII ubicada al norte de la ciudad de Medellín. Para su madre, Luz Marina, fue algo imprevisto, pues su nacimiento se dio antes de tiempo. Esta situación trajo consigo una consecuencia irreparable para él, denominada retinopatía prematura [1] un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebé que nacen muy precoces, así que, sus ojos llevaron la peor parte, nunca percibiría sombras, formas, colores y siluetas, sólo un poco el brillo de la luz.
Ricardo es una persona alegre, perseverante y dedicada, pocas personas le dicen Luis. Vive en el barrio Buenos Aires y es hijo único.  Hace 17 años perdió a su padre por una enfermedad cardiaca. Luz Marina, su madre, siempre ha sido su apoyo “para mí es una persona normal, he tratado que lo sea, que se ponga metas y trabaje para conseguirlas”, dijo.

Siempre lucha por convertir sueños en realidades.
Ricardo desde los dos hasta los siete años de edad estudió en la Escuela de Ciegos y Sordos, actual Institución Educativa Francisco Luis Hernández. Allí, conoció el sistema de lectura y escritura para personas invidentes, denominado braille. También aprendió a  orientarse y a movilizarse con el bastón.
A través de los ojos de su madre, juntos fueron conociendo lugares y recociendo senderos por los que habitualmente transitaría solo Luis con su bastón, fue tanto el cariño que le cogió que hasta nombre le puso: “Ferrari”.
Luego, con la Ley general de Educación pasó a estudiar por inclusión en un colegio regular, Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Allí  cursó su primaria y secundaria. Obtuvo su título de bachiller en el año 2006, aún recuerda con un poco de nostalgia y alegría aquella hermosa época.
En el año 2007 se presentó a dos universidades de la ciudad, las carreras que eligió fueron periodismo y comunicación social como primera opción, y derecho como segunda alternativa. En una de las universidades no pasó y en la otra simplemente le manifestaron que por su condición física no podían aceptarlo en el primer pregrado elegido, porque es una carrera bastante audiovisual, sin embargo, fue aceptado en la segunda opción, así que, un poco resignado él decidió matricularse.



“Estudié un semestre y aunque las cosas se tornaron complejas a lo largo de éste, siempre tuve la fuerza y la resistencia necesaria para sortear todas las dificultades; los desagradables comentarios por parte de algunos de mis compañeros y profesores, quienes a decir verdad no entendieron que era una persona del común, y de una u otra forma me discriminaron”,  y con una sonrisa le completa su mamá “los ciegos somos nosotros que pasamos por encima de ellos y no los vemos”.

Para Ricardo su pasión es el periodismo y la comunicación social, a pesar de que le habían cerrado las puertas por su limitación visual, no dejaría de luchar por su sueño, ese que le dibuja una hermosa sonrisa en su rostro, que aunque es un tanto inexpresivo por la ausencia de su mirada, está lleno de luz y alegría por la esencia de su ser.

“Las cosas no fueron fáciles, tenía que emprender junto con mi madre una nueva búsqueda de universidad, así que miramos algunas opciones y finalmente tomamos la decisión, escogimos la Corporación Universitaria Minuto de Dios Seccional Bello, donde desde un comienzo me acogieron con amor a pesar de no tener material para trabajar conmigo, ellos me dieron el sí y me manifestaron que sería un reto para ambos”.



Capturando imágenes


Carlos Arboleda fue su profesor de televisión. “Yo sé que vos no podes trabajar la cámara, pero te la voy a enseñar a manejarla  y vas a pensar en imágenes, yo sé que te gusta la radio y los sonidos, pero acá vas a tener que pensar en imágenes, y va a ser un reto para vos y para mí también”.  
“Recuerdo también a  mi profesora de fotografía Lida, quien me plasmó los diferentes tipos de planos existentes en una plancha de caucho, fue así como pude distinguir un plano medio, un primerísimo primer plano, entre otros. Con la ayuda de mi profesora logré aprender a manejar una cámara análoga, conocí palabras como diafragma y obturador, y entendí que necesitaría tener a alguien que me ayudara a enfocar para finalmente capturar las imágenes.
Con la ayuda de su madre en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, logró fotografiar importantes objetos y momentos. Lida le pidió que expusiera su trabajo en una muestra artística en La Institución de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano CESDE.
“Esto me tomó por sorpresa, pues sabía de la existencia de mejores trabajos. No obstante, fue satisfactorio saber que mi experiencia de clase se daría a conocer ante decenas de personas”.
Su trabajo de grado fue una radionovela que realizó junto con una compañera de estudio.  El 4 de mayo del 2013 se convirtió en profesional, recibió con orgullo su título de comunicador social - periodista.



Ricardo logró que su radionovela saliera al aire en septiembre del mismo año a través de la emisora cultural de la Universidad Nacional 100.4 f.m y gracias a esto empezó a realizar unos microprogramas. Pero ahí no paró, realizó un diplomado en comunicación estratégica para ampliar un poco sus conocimientos en el campo organizacional. Ha estado vinculado de forma voluntaria como comunicador en una ONG llamada Fundación Grow, que brinda posibilidades de bienestar y desarrollo a comunidades de bajos recursos. Actualmente hace parte de un proyecto de radio web llamado La Zona Gris, donde se realizan diversos programas con contenidos de calidad.
“Macarena”
A su bastón “Ferrari” le llegaría compañía. A finales de 2011, Macarena, la perra guía entraría en escena. Ella sería una gran opción para mejorar su movilidad. Ricardo decidió postularse para adquirir uno en la Fundación  Vishnú del Cyprés, ubicada en el municipio de Chía - Cundinamarca, y salió favorecido. Macarena, una labradora de color negro que se convirtió en su amiga confidente.
Ricardo ha emprendido un nuevo reto. Busca emplearse en un medio de comunicación y aunque parece para muchos un imposible, para él  no está en su vocabulario desfallecer. Eso sí, a la entrega de hojas de vida lo acompaña Macarena y la voz de aliento seguirá siendo la de su madre.
¿Será qué Ricardo, y otros como él,  no consiguen trabajo por su situación de discapacidad? … porque título tiene, experiencia y talento también.

                                                                                                               

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