domingo, 9 de julio de 2017



Mujeres, blanco de agresiones en Colombia 

En el país las agresiones contra las mujeres no cesan. Y es que basta con mirar distintos medios de comunicación para toparse con diferentes historias en donde el maltrato hacia estas es una constante.

Las redes sociales también han sido el escenario para visualizar y rechazar esta problemática. En días pasados circuló un video en donde quedó en evidencia el maltrato hacia una mujer en El Carmen de Viboral, municipio del Oriente antioqueño, al parecer a manos de su pareja. Pese a la fuerte golpiza que recibió, las autoridades no tienen una denuncia por parte de la víctima.

Situación que deja entrever una problemática en la que muchas veces ni siquiera se toman medidas al respecto, como por ejemplo poner en aviso a las autoridades en cuanto a este hecho y denunciar al responsable del mismo. En ocasiones prefieren callar y seguir al lado de sus agresores.

Este suceso generó muchas reacciones por parte de los cibernautas. Algunas personas lamentaron el hecho a través de mensajes y mostraron su inconformismo frente al mismo, pero también hubo espacio para quienes justificaron el hecho, aduciendo una posible infidelidad por parte de la víctima.

“Estos ataques no son fruto de las drogas o el alcohol, son producto de la mentalidad de la gente, y de los mensajes cotidianos que la sociedad está recibiendo: agresiones, celos, posesión. La mayor parte de la violencia contra las mujeres es una violencia intrafamiliar, de pareja. No es que cualquiera las agreda en la calle porque son mujeres. Muchas de ellas disfrutan, toleran y propician las agresiones. Pese a saber que son maltratadas, dicen que aman a sus parejas y  creen que son amadas e incluso piensan que sino las agreden o las celan es porque no hay un interés de sus parejas hacia ellas, eso es fatalismo”, manifestó Juan Carlos Pimienta Mesa, antropólogo.

Quienes son agredidas deben enfrentarse también a una presión social. Amigos,  familiares e incluso desconocidos las instan muchas veces para que pongan en conocimiento los casos de maltrato de los cuales son víctimas, pero en ocasiones se niegan a hacerlo por temor a perder a su ser querido e incluso por miedo a futuras represalias por parte de este. Tienen que luchar con una situación personal que pone en riesgos sus vidas, pero también deben afrontar los temores provenientes del qué dirán, los juicios de valor emitidos por aquellos que conocen la situación y que les exigen una forma de proceder determinada que en ocasiones ni siquiera es concebida por las mismas.

Muchas mujeres son víctimas de fuertes agresiones físicas, psicológicas, emocionales y sexuales. El maltrato no es fruto exclusivo de los golpes, también el uso de insultos y palabras inadecuadas afectan su integridad. Algunas soportan en silencio estos ataques y siguen llevando el rumbo de sus vidas como si nada estuviese pasando, pero no todas sobreviven a estos hechos de violencia.  

Según datos revelados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en 2014 se registraron en el país 810 homicidios de mujeres; en 2015 la cifra disminuyó a 670, pero en 2016 pasó a ser de 731 casos. Del primero de enero al 5 de abril del año en curso se registraron 204 hechos de este tipo. Durante los últimos tres años las mujeres solteras fueron las principales víctimas mortales, seguidas de aquellas que vivían en unión libre. Cabe decir que el día de la semana que registra una mayor incidencia en cuanto a este tipo de actos es el domingo. 

“Siguiendo la tendencia de la violencia en Colombia, el mayor mecanismo causal de los homicidios de mujeres es el proyectil arma de fuego, siendo el responsable del 60,2% de los casos del 2014, del 58,2 del 2015, y del 54,3 del 2016. En este último año vemos un incremento en los casos causados por mecanismos contundentes, cortocontundentes, cortopunzantes y los generadores de asfixia”, señaló la misma entidad a través de un informe.

En el país está habilitada desde noviembre de 2015 la línea nacional 155 donde son atendidas las emergencias relacionadas con violencia de género. A través de esta las mujeres acceden a información, orientación, y apoyo frente a casos de violencia; además, pueden recibir orientación en materia jurídica y en temas de salud.

Esta línea funciona las 24 horas del día y se puede marcar desde cualquier operador de telefonía fija o móvil en el país. Una herramienta con la que las autoridades buscan aminorar los actos de violencia y mejorar los canales de denuncia.

El pasado mes de mayo se realizó en Medellín el lanzamiento oficial por parte de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Alcaldía. “Es nuestra misión crear conciencia y unir esfuerzos para prevenir hasta lograr que en nuestro país se termine la violencia contra la mujer, también es una responsabilidad de todos los habitantes de nuestro país mantenerse unidos a esta preocupación y contribuir con nuestras estrategias de seguridad y prevención frente al tema de violencia contra la mujer”, señaló la Policía Nacional a través de un comunicado.

En 2008 fue promulgada en Colombia la Ley 1257 que tiene como objeto “la adopción de normas que permitan garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales para su protección y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización”.  

Los ataques contra las mujeres se siguen registrando pese a la normativa existente. De hecho, muchas veces los agresores que son capturados, son puestos en libertad, situación que puede convertirse en un peligro para sus víctimas, pues en ocasiones deben enfrentarse de nuevo a los maltratos.

Ahora bien, muchas mujeres deciden demandar a sus agresores, que a veces son sus parejas sentimentales, pero no hay un avance con sus denuncias, porque con el pasar de los días, algunas se arrepienten de haberlas instaurado y deciden retirarlas, por lo tanto no hay un castigo para sus victimarios.

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) esta evocación se da debido a que:

·    La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos.
·   La violencia contra la mujer es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género.
  ·      La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad.
  ·      La violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar. La prevención es posible y esencial.
 ·      La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.

En dicha fecha organismos internacionales, activistas de mujeres y gobiernos buscan hacer un llamado a la sociedad para recordarle la problemática que existe en cuanto a la violencia de género. Una conmemoración que invita a la reflexión y a la prevención frente a este tipo de actos.

Algunas mujeres deciden soportar los maltratos en su contra y continuar con sus vidas como si nada malo estuviera ocurriendo en ellas. Otras, optan por poner fin a sus relaciones sentimentales y asumir las consecuencias que esto puede traer consigo. Muchas muertes han sido anunciadas por parte de los agresores, amenazas que no se quedaron en palabras y que han silenciado la vida de centenares de mujeres.

“Este fenómeno es totalmente deplorable. En el fondo es producto del miedo del hombre al placer de la mujer, pues siente temor de su autonomía, porque posee un mayor umbral del dolor y del goce. El hombre es más fuerte en potencia inmediata, pero en una fuerza diferida en el tiempo, en el aguante, en la constancia, la mujer es superior a él. Si la mujer se lo propusiera podría superar en muchos aspectos al hombre”, expresó Juan Carlos Pimienta Mesa, antropólogo.

Nada justifica los ataques contra las mujeres. Debe haber un empoderamiento por parte de estas. Es importante que rompan el silencio en el que en ocasiones están inmersas y que cambien sus paradigmas, eso de que si te agrede, es porque te quiere, está mandado a recoger. 

En septiembre arribará el papa Francisco a Colombia

La visita del papa Francisco a Colombia fue confirmada el pasado 7 de marzo por el Nuncio Apostólico, monseñor Ettore Balestrer, quien desde la Conferencia Episcopal señaló que el sumo pontífice estará del 6 al 10 de septiembre de 2017 en cuatro ciudades del país: Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.

Esta noticia fue tomada con agrado y rechazo por parte de los ciudadanos. En diferentes redes sociales comenzaron a circular campañas a favor y en contra de la visita del máximo jerarca de la Iglesia Católica.  

El país se polarizó ante este hecho, que de entrada ya es catalogado como histórico, si se compara con la mayoría de sus viajes pontificios que normalmente, hacen parte de una gira por distintos destinos.

Se estima que la visita del papa Francisco podría tener un costo de 8 a 10 millones de dólares. Un gasto elevado que al parecer, será compartido entre el Estado y la Iglesia.

Según el diario La República, la visita que el papa realizó a México en 2016 tuvo una inversión de 10,1 millones de dólares. Las ganancias que quedaron tras su paso por el país azteca cuadruplicaron la cifra, lo que demuestra un gran movimiento económico tras la visita del sumo pontífice a esta nación.

Si las cosas salen como están previstas, el papa Francisco arribará el 6 de septiembre a la capital colombiana a eso de las 4:30 p.m. en un avión de Alitalia. Estando en Bogotá sostendrá una reunión con el presidente de la República Juan Manuel Santos. El 8 de septiembre viajará rumbo a Villavicencio en un avión de la aerolínea Avianca, la cual se encargará de todos sus vuelos. El 9 estará en Medellín y el 10 finalizará su recorrido en Cartagena, fecha en la que regresará a Roma en un vuelo programado para las 6 p.m.

El cardenal Rubén Salazar, máxima autoridad de la Iglesia Católica en Colombia, señaló en una entrevista realizada por el periódico El Tiempo que  “Verdaderamente queremos que la visita del santo padre motive a todo el país para que abandonemos el pasado de rencillas y de enfrentamientos y construyamos un país mejor. Un país solidario y justo donde todos podamos vivir tranquilos, en paz, donde todos podamos tener acceso a nuestros derechos y podamos cumplir con nuestras obligaciones”.

La visita del papa se da en un momento crucial para el país, pues se tiene previsto que justo en septiembre, mes en el que arribará a Colombia, las Farc terminen de entregar todas las armas que tienen en su poder.

Tras el anuncio de la visita del papa Francisco, ha empezado a tener fuerza en el país el tema del jubileo. De hecho en el Congreso de la República se están estudiando tres proyectos de Ley que buscan reducir las penas carcelarias de por lo menos 40.000 personas. Una disminución que podría ser equivalente a la quinta o sexta parte de sus condenas, siempre y cuando los cargos sean menores, pues no tendrían por ejemplo cabida delitos como violación, homicidio o de lesa humanidad.

Una medida que no sería suficiente para la gran crisis carcelaria que enfrenta Colombia. Además lo que algunas personas cuestionan es la falta de interés por parte del Estado para contrarrestarla, pues necesita de la visita de un papa para hacer algo al respecto, cuando es evidente el hacinamiento que se presenta en muchas cárceles del país y la gran cantidad de problemas que esto trae consigo.

Colombia recibió antes la visita de dos máximos jerarcas de la Iglesia Católica. El 22 de agosto de 1968 llegó al país el papa Pablo VI, quien se convirtió ese día en el primer pontífice en visitar un país latinoamericano. El primero de julio de 1986 el turno le correspondió a Juan Pablo II.

Después de un poco más de tres décadas el país será el escenario de un encuentro religioso y de gobierno, que convocará a miles de personas de distintos lugares del territorio colombiano y que atraerá a centenares de extranjeros. La visita del papa Francisco será recordada por muchos y potenciará a Colombia como destino turístico.