Mujeres, blanco de agresiones en Colombia
En el
país las agresiones contra las mujeres no cesan. Y es que basta con mirar
distintos medios de comunicación para toparse con diferentes historias en donde
el maltrato hacia estas es una constante.
Las
redes sociales también han sido el escenario para visualizar y rechazar esta
problemática. En días pasados circuló un video en donde quedó en evidencia el
maltrato hacia una mujer en El Carmen de Viboral, municipio del Oriente
antioqueño, al parecer a manos de su pareja. Pese a la fuerte golpiza que
recibió, las autoridades no tienen una denuncia por parte de la víctima.
Situación
que deja entrever una problemática en la que muchas veces ni siquiera se toman
medidas al respecto, como por ejemplo poner en aviso a las autoridades en
cuanto a este hecho y denunciar al responsable del mismo. En ocasiones
prefieren callar y seguir al lado de sus agresores.
Este
suceso generó muchas reacciones por parte de los cibernautas. Algunas personas
lamentaron el hecho a través de mensajes y mostraron su inconformismo frente al
mismo, pero también hubo espacio para quienes justificaron el hecho, aduciendo
una posible infidelidad por parte de la víctima.
“Estos ataques no son fruto de
las drogas o el alcohol, son producto de la mentalidad de la gente, y de los
mensajes cotidianos que la sociedad está recibiendo: agresiones, celos,
posesión. La mayor parte de la violencia contra las mujeres es una violencia
intrafamiliar, de pareja. No es que cualquiera las agreda en la calle porque
son mujeres. Muchas de ellas disfrutan, toleran y propician las agresiones.
Pese a saber que son maltratadas, dicen que aman a sus parejas y creen que son amadas e incluso piensan que
sino las agreden o las celan es porque no hay un interés de sus parejas hacia
ellas, eso es fatalismo”, manifestó Juan Carlos Pimienta Mesa, antropólogo.
Quienes
son agredidas deben enfrentarse también a una presión social. Amigos, familiares e incluso desconocidos las instan muchas
veces para que pongan en conocimiento los casos de maltrato de los cuales son
víctimas, pero en ocasiones se niegan a hacerlo por temor a perder a su ser
querido e incluso por miedo a futuras represalias por parte de este. Tienen que
luchar con una situación personal que pone en riesgos sus vidas, pero también deben
afrontar los temores provenientes del qué dirán, los juicios de valor emitidos
por aquellos que conocen la situación y que les exigen una forma de proceder
determinada que en ocasiones ni siquiera es concebida por las mismas.
Muchas
mujeres son víctimas de fuertes agresiones físicas, psicológicas, emocionales y
sexuales. El maltrato no es fruto exclusivo de los golpes, también el uso de
insultos y palabras inadecuadas afectan su integridad. Algunas soportan en
silencio estos ataques y siguen llevando el rumbo de sus vidas como si nada
estuviese pasando, pero no todas sobreviven a estos hechos de violencia.
Según datos
revelados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en
2014 se registraron en el país 810 homicidios de mujeres; en 2015 la cifra
disminuyó a 670, pero en 2016 pasó a ser de 731 casos. Del primero de enero al
5 de abril del año en curso se registraron 204 hechos de este tipo. Durante los
últimos tres años las mujeres solteras fueron las principales víctimas
mortales, seguidas de aquellas que vivían en unión libre. Cabe decir que el día
de la semana que registra una mayor incidencia en cuanto a este tipo de actos
es el domingo.
“Siguiendo
la tendencia de la violencia en Colombia, el mayor mecanismo causal de los
homicidios de mujeres es el proyectil arma de fuego, siendo el responsable del
60,2% de los casos del 2014, del 58,2 del 2015, y del 54,3 del 2016. En este
último año vemos un incremento en los casos causados por mecanismos
contundentes, cortocontundentes, cortopunzantes y los generadores de asfixia”,
señaló la misma entidad a través de un informe.
En
el país está habilitada desde noviembre de 2015 la línea nacional 155 donde son
atendidas las emergencias relacionadas con violencia de género. A través de
esta las mujeres acceden a información, orientación, y apoyo frente a casos de
violencia; además, pueden recibir orientación en materia jurídica y en temas de
salud.
Esta
línea funciona las 24 horas del día y se puede marcar desde cualquier operador
de telefonía fija o móvil en el país. Una herramienta con la que las
autoridades buscan aminorar los actos de violencia y mejorar los canales de
denuncia.
El
pasado mes de mayo se realizó en Medellín el lanzamiento oficial por parte de
la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Alcaldía. “Es nuestra misión crear conciencia y unir esfuerzos
para prevenir hasta lograr que en nuestro país se termine la violencia contra
la mujer, también es una responsabilidad de todos los habitantes de nuestro
país mantenerse unidos a esta preocupación y contribuir con nuestras estrategias
de seguridad y prevención frente al tema de violencia contra la mujer”, señaló
la Policía Nacional a través de un comunicado.
En 2008 fue
promulgada en Colombia la Ley 1257 que tiene como objeto “la adopción de normas que permitan garantizar
para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público
como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento
jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos
administrativos y judiciales para su protección y atención, y la adopción de
las políticas públicas necesarias para su realización”.
Los ataques
contra las mujeres se siguen registrando pese a la normativa existente. De
hecho, muchas veces los agresores que son capturados, son puestos en libertad,
situación que puede convertirse en un peligro para sus víctimas, pues en
ocasiones deben enfrentarse de nuevo a los maltratos.
Ahora bien,
muchas mujeres deciden demandar a sus agresores, que a veces son sus parejas
sentimentales, pero no hay un avance con sus denuncias, porque con el pasar de
los días, algunas se arrepienten de haberlas instaurado y deciden retirarlas,
por lo tanto no hay un castigo para sus victimarios.
El 25 de
noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) esta evocación
se da debido a que:
· La violencia contra la mujer es una violación de
los derechos humanos.
· La violencia contra la mujer es consecuencia de la
discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia
de desigualdades por razón de género.
·
La violencia contra la mujer afecta e impide el
avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha
contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad.
·
La violencia contra las mujeres y las niñas se
puede evitar. La prevención es posible y esencial.
·
La violencia contra la mujer sigue siendo una
pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.
En dicha fecha organismos
internacionales, activistas de mujeres y gobiernos buscan hacer un llamado a la
sociedad para recordarle la problemática que existe en cuanto a la violencia de
género. Una conmemoración que invita a la reflexión y a la prevención frente a
este tipo de actos.
Algunas
mujeres deciden soportar los maltratos en su contra y continuar con sus vidas
como si nada malo estuviera ocurriendo en ellas. Otras, optan por poner fin a
sus relaciones sentimentales y asumir las consecuencias que esto puede traer
consigo. Muchas muertes han sido anunciadas por parte de los agresores,
amenazas que no se quedaron en palabras y que han silenciado la vida de
centenares de mujeres.
“Este fenómeno es totalmente
deplorable. En el fondo es producto del miedo del hombre al placer de la mujer,
pues siente temor de su autonomía, porque posee un mayor umbral del dolor y del
goce. El hombre es más fuerte en potencia inmediata, pero en una fuerza
diferida en el tiempo, en el aguante, en la constancia, la mujer es superior a
él. Si la mujer se lo propusiera podría superar en muchos aspectos al hombre”,
expresó Juan Carlos Pimienta Mesa, antropólogo.
Nada
justifica los ataques contra las mujeres. Debe haber un empoderamiento por
parte de estas. Es importante que rompan el silencio en el que en ocasiones
están inmersas y que cambien sus paradigmas, eso de que si te agrede, es porque
te quiere, está mandado a recoger.